martes, 13 de noviembre de 2007

MI ADORADA RUTINA



Hoy no es un buen dia, ¿sabes? ...

Supongo que si lo sabrás, que tu también habrás tenido dias de esos, de los malos, de los que hubieses preferido seguir tumbado en la cama. Pues bien, hoy es un dia malo. Tal vez no me gusten las cosas que me alteran, que modifican algo de mi adorada rutina madrileña, pero es que estas cosas son de aquellas que todo el mundo evita. Hoy he llegado a Madrid, despues de pasar la noche en Albacete. Recibí una llamada, en la que mi hermano Diego, con voz cerrada y algo aturdida, me decía que Iker, su hijo pequeño, estaba en el hospital. ¿El por qué?...Lleva ya muchos días, demasiados, con unos problemillas que ningún médico conseguia darles fin. Pero esta vez la cosa se había empeorado.

Suelen decir que estoy un poco loco, que me paso todo el día haciendo el tonto, pero lo que entiendo yo de todo eso es que intento siempre estar, o por lo menos, intentar que la gente que me rodea sea feliz. Vivir en un entorno jodidamente equilibrado.Pero... no, hoy no. Piensas en todas las posibles cosas en las que dia a dia les das importancia y acabas pensando que realmente no la tienen, que genéricamente eres gilipollas.

Es aquí cuando empiezas a pensar de otra forma, a bajar de la nube en la que vives. No se que coño se activará en la cabeza pero pareces otra persona. En fin, Bárbara accede a acompañarme, así que a eso de las seis de la tarde cogemos un tren para capitalistas, es decir, extremadamente caro. En el tren nos ponen una peli, divertida pero repetitiva. Me gusta, así que entre miradas complices y una bolsa de gusanitos pasamos el viaje.

Cuando llegamos a Albacete, veo a Diego, y me emociono. Es mi hermano mayor y a la vez uno de los pilares más importantes en mi vida. Siempre cuidó de mi, muy atento a cualquier detalle, desde que era pequeño hasta el día de hoy. Nunca falta su llamada en mi movil preguntándome que tal me va y dándome incontables buenos consejos. Nos acompaña al hospital, y allí me encuentro a Iker, delgado, demasiado para un niño de apenas 1 año. Los ojos se te llenan de agua. Hablas con los médicos y la única respuesta que te dan es que seas paciente. Joder! Este puto consejo sirve para todo no? Será que cuando alguien que te duele no está como debe, piensas que siempre se podría hacer algo más, pero eso solo parte de una ignorancia impulsiva que nos sale de muy adentro.

Estas situaciones a mi me paralizan, no soy capaz de digerirlas a una velocidad normal. Es más, ha pasado un día y todavía sigo de la misma manera, ausente de mi realidad cotidiana, de mi adorada rutina.


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